Un niño de apenas dos años eravelado en un barrio pobre del norte de
Brasil cuando derepente, y para sorpresa de todos los asistentes,
despertó y pidió un vaso de agua. El hecho fue considerado un milagro y
fue trasladado a un hospital para realizarle exámenes pero,
lamentablemente, el chico falleció cuando iba camino al recinto
asistencial.
El hecho fue informado el día jueves por la prensa local pero sólo
este fin de semana tomó notoriedad internacional. “Fue una mezcla de
espanto, oraciones, agradecimientos, lágrimas y desmayos”, escribió el
local Diario de Pará, el estado del norte de Brasil donde vivía el
pequeño.
Según las versiones de prensa, el niño comenzó a moverse en su cajón
durante el velatorio, logró sentarse en el ataud y hasta escupió un poco
de algodón que tenía en la boca.
“Después (de beber agua), el niño Kelvys Simao dos Santos fue llevado
al hospital, adonde llegó muerto”, escribió el diario Folha de Sao
Paulo.
Después de este segundo diagnóstico, el niño fue enterrado.
Según Folha, la policía civil investigará “si hubo error médico en la
declaración de la ‘primera muerte’ del niño”, que había sido tratado
por neumonía días antes de su sorpresivo despertar.
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